Sin Ciencia no Hay Futuro

07 Dic Sin Ciencia no Hay Futuro

Para el PSOE uno de los objetivos que tenemos estando en la oposición, además de la labor de control al gobierno, es proponer alternativas y conseguir soluciones. Este es el caso de la denuncia que hicimos con la situación de las ayudas de investigación que estaban bloquedas, las FPI, conseguimos que el gobierno las resolviera al día siguiente, después de muchos meses de retraso.

Seguiremos en esa línea porque el daño que se está haciendo a la ciencia y a la innovación no nos lo podemos permitir, como país. Si el cambio de modelo social supone retroceder a 30 años, la condena de presente y futuro en inversión productiva está lastrando la prosperidad de España.

Os dejo el artículo que escribí sobre este tema con datos y argumentos en La Verdad:

Sin ciencia no hay futuro (Con los ojos abiertos)

No podemos renunciar a un futuro mejor. En el conocimiento, la mejora de la productividad se encuentra parte de la solución, en la educación, la innovación y la Investigación. El cambio de modelo productivo es un concepto demasiado manido, ya asumido por todos, pero real y necesario. España, más aún nuestra Región, necesita encontrar sectores productivos y competitivos que generen valor añadido, riqueza, en el más amplio sentido de la palabra. Pero el discurso es manido cuando no se acompaña de hechos, o lo que es peor, si los hechos contradicen a las palabras, entonces son discursos vacios que ni cambian la economía ni hacen España más competitiva.

Necesariamente para hacer cosas nuevas, para ser los mejores en lo que ya hacemos –desde el sector agrícola hasta el aeroespacial– la inversión en investigación, en ciencia, es fundamental. Exactamente lo opuesto a lo que está haciendo el gobierno que en sólo un año ha llevado a cabo el mayor recorte de la historia en el sistema científico. En un contexto de contracción presupuestaria como el que vivimos es entendible que la reducción del presupuesto dedicado a I+D+i sea similar a la del total, sin embargo, los presupuestos dedicados a ciencia han pasado de representar el 2,37% en 2011 (los últimos aprobados por un gobierno socialista), a representar el 1,55% en el proyecto presentado por el gobierno popular para 2013.

Tras las grandes cifras y los porcentajes hay personas, investigadores y proyectos científicos. Las consecuencias de estos recortes son y serán dramáticas para toda la sociedad, pero lo están siendo ya en primera persona para los investigadores. Deben rectificar. Está en riesgo lo avanzado, hemos retrocedido a niveles de inversión de 2005 en tan sólo un año.

El panorama en materia de recursos humanos es desolador. Desde los problemas con las ayudas pre doctorales hasta la situación de los investigadores maduros que están finalizando el programa Ramón y Cajal de atracción de talento, que en demasiados casos no encuentran opciones para su incorporación en el sistema. Miles de investigadores españoles están sufriendo una incertidumbre que no tiene precedentes en nuestro país. Reducción de ayudas a mitad de convocatoria como ha ocurrido con las pre doctorales de Formación del Profesorado Universitario (FPU), la ausencia de convocatoria de las ayudas post doctorales o de los programas del plan Nacional por parte del Ministerio de Educación. Endurecimiento de condiciones en la convocatoria del Programa Ramón y Cajal y una insuficiente tasa de reposición de solo el 10%.

En la última sesión de control del Congreso de los Diputados le pregunté al Ministro de Economía, responsable de la materia, sobre esta situación. Tras la pregunta el gobierno ha desbloqueado inmediatamente la situación de las ayudas pre doctorales de Formación del Personal Investigador (FPI), después de estar convocadas nueves meses, esta semana se ha publicado, por fin, la resolución definitiva. Más de mil jóvenes llevaban meses de incertidumbre e, incluso, desesperación. Desde la oposición también se puede ser útil y ejercer nuestra labor para conseguir los objetivos.

Nuestro país no se puede permitir desaprovechar talento, donar a otros países toda esa inversión que hemos hecho en conocimiento. Queda mucho por lograr y nuestra mano está tendida siempre para la defensa de la ciencia y la innovación. Vamos a hacer una oposición dura y útil para que el gobierno cambie de rumbo y evitar que los avances conseguidos se pierdan; en ciencia se avanza lentamente pero se retrocede muy rápido. No podemos prescindir del conocimiento, del potencial que estamos perdiendo con cada científico que se va fuera, con cada persona en la que nuestra sociedad ha invertido para formar y que dará frutos en otros países, no aquí. La ciencia, el esfuerzo y la creatividad tienen que ser un auténtico valor social y económico de futuro, y así lo deben tratar las políticas y los presupuestos.