09 Jun Cambio de tiempos
Estamos siendo testigos de un tiempo histórico para nuestro país y para nuestra Región. Estoy segura de que se estudiarán estos movimientos en la sociedad española que hasta hace poco eran tan solo una teoría y ahora son, cada día más, una evidencia.
Todo está cambiando y no hay que tener ningún miedo a afrontar las nuevas realidades. El enroque en posiciones inmovilistas en pro de la responsabilidad y la estabilidad no son una respuesta válida a la altura de las circunstancias que vivimos. Responsabilidad sí, pero inmovilismo nunca. Los tiempos requieren de más valentía, de cambios profundos y responsables, sin prisas pero sin pausa; garantizando la estabilidad de la convivencia que consiguieron hace más de 35 años pero siendo fieles a la forma de entender la vida, a los principios y valores que a cada uno nos mueven.
Tiendo a encontrar el lado positivo de cada una de las situaciones; las crisis, los cambios, generan siempre oportunidades. Si hoy hay tantas personas que piensan que es positiva la fragmentación del voto de la izquierda espero que sea siempre para un resultado mejor, para que en la práctica de las políticas consigamos el objetivo último que perseguimos y que nos une. Y, en ningún caso, para consolidar el monopartidismo del PP, como el que hemos sufrido en la Región desde hace ya casi 20 años.
Creo en la democracia y valoro muy positivamente las últimas décadas de progreso y convivencia. Pero algo falla cuando existe tal falta de legitimidad en la representación ciudadana. El descrédito de las instituciones solo beneficia a los poderosos, los que creemos en la democracia, en la voluntad del pueblo, tenemos que recuperar la legitimidad de las mismas; con la fuerza de la palabra y la razón, pero, sobre todo, con hechos y reformas. El mundo está cambiando y las instituciones tienen que reflejar ese cambio para llegar a puntos de entendimiento y confianza mutua.
Mientras los poderes económicos han sabido adaptarse al cambio de era que vivimos –al ritmo vertiginoso que supone internet a la hora de establecer comunicaciones, de poder hacer y deshacer con un clic- el contrapoder a los mismos, la política, especialmente la institucional y llamada tradicional, parece que no ha sido capaz de hacerlo con la profundidad suficiente.
Espero que seamos capaces de interiorizar todo lo que está pasando, de asumirlo y liderarlo, para volver a ser útiles. Valentía y utilidad, desde el conocimiento serio de la cruda realidad que atraviesa nuestro país, de su historia, pero sin miedo a equivocarnos, porque tener miedo es el error que no debemos cometer. Los conservadores son otros.
El paso democrático que estamos dando internamente para elegir a nuestro secretario general con el voto directo de toda la militancia era una reivindicación de las bases, y supone un cambio radical en nuestra estructura como organización. No es el único cambio necesario ni será el último. Y lo que pasa dentro tiene mucho que ver con lo que pasa fuera, con España, con nuestro estado y su organización. Hay muchas cosas que una parte de la ciudadanía no entiende del mismo, que no acepta y que no comparte, y quizás ha llegado el momento de afrontar estas situaciones de cara.
Y en la Región de Murcia, también hemos vivido un cambio que espero se consolide y que es histórico si miramos hacia los últimos veinte años. Es cierto que los resultados electorales de las europeas pueden tener muchas lecturas, quizás cada una adaptada a beneficio de aquél que la haga, pero sin duda marcan un cambio importante en las tendencias: cae la derecha y crece la izquierda. Mientras los socialistas nos mantenemos con respecto a las últimas elecciones, la caída del PP es brutal y suben los otros partidos, lo cual demuestra movimientos de fondo en relación a una foto electoral que se había mantenido excesivamente fija desde el año 1995.
Las elecciones europeas en rara ocasión han adelantado la foto final de las citas electorales que las han seguido cronológicamente, pero quizás hasta eso pueda cambiar. Lo que tenemos claro es todo el trabajo que tenemos por delante y un año es un tiempo cada vez más amplio y con cabida para más hitos. No vamos a perder ni un minuto en trabajar junto a los murcianos para diseñar el proyecto de progreso que necesita nuestra Región.
Y tras este análisis, unas líneas para no olvidar lo realmente urgente, las personas que necesitan otras políticas, las que siguen en paro o los niños y niñas que no tienen para comer o para los libros de texto por la situación que atraviesan sus familias. Me afilié al PSOE para cambiar muchas cosas, pero sobre todo porque no soporto las injusticias sociales, y sigo creyendo firmemente en una sociedad más solidaria e igualitaria. Un sueño que sigue hoy más vigente que nunca.
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