12 May ¡A mover Europa!
Movamos Europa
Con los ojos abiertos
Hoy empieza la campaña electoral, el próximo 25 de mayo tenemos una cita con las urnas mucho más relevante de lo que quizás seamos conscientes, las elecciones europeas. Nos jugamos el modelo de Europa que queremos, también de país.
Hace cinco años, cuando se celebraron las últimas elecciones europeas, se producía la explosión de la crisis económica, en España, Europa y en medio mundo. Una crisis financiera provocada por la desregulación de los mercados, que en muy poco tiempo se trasladó a la economía real, de familias y empresas: cierres, destrucción de puestos de trabajo, aumento del déficit de los estados por la caída de ingresos y desestabilización del sistema financiero.
En 2010, y tras el empeoramiento desmedido de los síntomas anteriores, llegó la crisis de deuda pública, que afectó especialmente a los países del sur de Europa. Se pusieron en marcha desde la UE los llamados “rescates” financieros, acompañados de condiciones y sacrificios sociales difícilmente asumibles para una sociedad justa.
El camino que inicialmente se había marcado desde el G20, que incluía estímulos económicos, más control y regulación de los mercados financieros, políticas activas de empleo, de investigación e innovación, así como políticas industriales, quedaron a un lado en Europa. Llegó el mantra de la “austeridad” y los recortes. No ocurrió así en Estados Unidos, donde, al contrario, incluso dieron pasos adelante en políticas sociales como las sanitarias.
Las recetas políticas aplicadas frente a la crisis a un lado y otro del Atlántico fueron distintas, los resultados también. Estados Unidos volvió al crecimiento económico y han creado millones de empleos desde 2009. En Europa se ha seguido destruyendo empleo y la mayoría de estados y sus economías, principalmente las del sur, han sufrido extremas dificultades para financiarse y volver al crecimiento. Europa ha dedicado 700.000 millones a rescatar bancos y lo único que la ciudadanía ha recibido a cambio han sido recortes del gasto público, especialmente gasto social, restricciones al crédito, a ayudas a familias y a pymes. Al tiempo, ausencia total de medidas para controlar a los mercados financieros que amenazaban con hundir a países enteros con operaciones especulativas.
Una crisis que nació siendo global es hoy prácticamente una crisis europea, una oportunidad ideológica de la derecha para cambiar el modelo europeo sobre el que nació la UE: progreso económico, libertad política e igualdad y justicia social. Lo que la derecha, europea y española, llama reformas es en realidad un programa de recortes en servicios sociales públicos y en libertades.
El europeísmo está en horas bajas, ya que las noticias que llegan desde Europa suelen ser malas para la ciudadanía. Pero el error no es Europa, sino esta Europa. La razón de ser de la UE está dañada por el camino seguido hasta ahora, y tiene consecuencias: el descrédito de la democracia representativa, la falta de soluciones al sufrimiento de la gente, así como la reaparición de extremismos, populismos demagógicos y nacionalismos excluyentes, que alimentan el odio y la discriminación en lugar de la convivencia y la colaboración.
Ante esta situación hay más motivos que nunca para la movilización. El europeísmo indignado es el que tiene que transformar las políticas europeas que han estado marcadas por las mayorías que hasta el momento han existido en la Unión, mayorías robustas de la derecha.
Las encuestas apuntan a que la participación será inferior a la de anteriores citas. Y me niego a asumir que ante la situación de crisis de legitimidad de las instituciones democráticas frente a las económicas, que nadie ha elegido y que pretenden imponer el futuro de nuestros destinos, la respuesta sea menos participación. Eso es lo que quieren los poderosos.
Los Socialistas Europeos -los partidos de todos los países de la Unión- tenemos un programa común acordado. Arrancamos esta campaña convencidos, desde la humildad y el reconocimiento de los errores cometidos durante la gestión de la crisis, de que somos la única candidatura de izquierdas con capacidad de producir un cambio profundo en la política europea, de modificar el tablero de juego de la política europea realmente. Aún más cuando elegiremos un Parlamento Europeo con mayor poder, con más competencias; ya no será posible gobernar Europa sin una mayoría en el mismo.
Además, el resultado será leído en clave nacional. Y la principal lectura, la que afectará a la ciudadanía, será sobre el gobierno de Rajoy. Si ganan darán por respaldadas las políticas implementadas desde finales de 2011, haciendo valer su mayoría absoluta y de la mano con sus colegas de la derecha gobernante en Europa, y si pierden será un rotundo no a sus políticas.
El 25 de mayo nos jugamos el modelo de país y de Europa que queremos, podemos cambiar el rumbo y lo decide cada voto. No podemos faltar a la cita. Tú mueves Europa.
María González Veracruz
@mariagv en Twitter
Diputada nacional y Secretaria de Participación, Redes e Innovación del PSOE
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