Cambios históricos

16 Jul Cambios históricos

Mi artículo en El Siglo.

El 13 de julio ya es una fecha para la historia del PSOE y una referencia para los partidos políticos en España.

Un partido centenario, con 135 años de historia, ha sido capaz de avanzar en las nuevas formas de hacer política. Nunca antes en nuestro país se había producido un ejercicio de democracia directa en el seno de un partido como el que ha celebrado el PSOE, para elegir al que será nuestro nuevo Secretario General. Más de 130.000 militantes socialistas –del PSOE, del PSC, también de Juventudes Socialistas de España y de Cataluña- acudieron a votar en las miles de urnas habilitadas, dentro y fuera de España.

No podemos obviar que existe un distanciamiento entre los votantes y el Partido Socialista, también entre las bases y los dirigentes, cuestión que esta elección, por la forma, la movilización alcanzada y el claro resultado, espero contribuya a acortar.

Mientras se acentuaba la crisis económica entramos también en una crisis institucional que ha provocado una mayor exigencia de la ciudadanía hacia los partidos y hacia los políticos. Se exige más y mejor democracia, algo con lo que no puedo estar más de acuerdo, un debate que hay que abordar en profundidad para no caer en trampas ni demagogias. Son muchas las propuestas que se debaten, de todo tipo, algunas, como la elección directa de los alcaldes en primera vuelta que ha propuesto el PP, incluso en el camino contrario de obtener más y mejor democracia. Por eso en el PSOE, en lugar de decir, proponer o prometer, tratamos de aplicarlo con coherencia.

En noviembre pasado culminaba todo un amplio proceso de participación y de debate colectivo, una reflexión profunda en torno a nuestra conferencia política, para acordar nuestros nuevos compromisos y sumar alianzas sociales. Después de cambiar el proyecto, de abajo a arriba y entre todos, teníamos que abordar el cambio de caras y de equipos, y lo hemos afrontado también con métodos diferentes; para obtener resultados distintos es imprescindible cambiar los métodos.

Pedro Sánchez es el primer Secretario General elegido por el voto directo de la militancia del PSOE en una consulta, pero no será ni el único ni el último, pues dentro de unos días esta forma de elección se hará norma en nuestros estatutos, y la elección de todos los secretarios generales será así a partir de ahora.

Ahora le toca al resto de partidos avanzar, demostrar a la ciudadanía y a su propia militancia que escuchan, que cambian, que se abren. Son tiempos de avances y de ejemplaridad.

Y precisamente como son tiempos para la ejemplaridad respaldo la primera decisión del electo secretario general: que los eurodiputados socialistas españoles votaran en contra de la elección de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea. No fuimos los únicos de la familia socialista europea, también lo hicieron los suecos y los laboristas británicos, a lo que hay que sumar abstenciones desde los socialistas franceses. Y es que Juncker ha sido un actor principal en la Unión durante la gestión de la crisis como presidente del Eurogrupo. Por eso nos opusimos claramente a él en campaña electoral como dijimos no a una gran coalición en Europa. Y por eso, porque solo cabe la coherencia en este nuevo tiempo, con lo que fue nuestro discurso de hace escasamente dos meses y con la ciudadanía que nos votó, nuestro voto, socialista y español, tenía que ser no.

Nunca vamos a perder la lógica institucional, la política se basa en acuerdos, pero siempre y cuando respondan a una lógica social, la de la realidad que atraviesa nuestro país, y a nuestros principios. Populismo es decir solo aquello que la gente quiere escuchar sin fundamento, coherencia es cumplir con la palabra que se dio cuando en campaña electoral pedíamos el voto.

Los compromisos adquiridos con la ciudadanía son irrenunciables para recuperar la credibilidad, no sólo en el PSOE, en la política y en la democracia misma. Sólo seremos capaces de reestablecer la confianza mutua, salvar la distancia entre la sociedad y las instituciones, aplicando la coherencia de forma radical. Este es el gran reto en esta nueva etapa que se abre en el PSOE, no es lo que decimos, es lo que hacemos, tenemos que recuperar el valor de nuestra palabra.